Desde El Mozote hasta la Gran Manzana
Héctor Sermeño
Adonis Moreno es un jovencito de 17 años, originario de El Mozote, Morazán, que es el vivo ejemplo de la crisis humanitaria que viven miles de menores de edad que se están viendo obligados a migrar hacia Estados Unidos para salvar sus vidas. Salió de El Salvador el pasado 6 de mayo, cruzó la frontera México-estadounidense el 13 de mayo y fue detenido por la patrulla fronteriza de Texas ese mismo día. Irónicamente, fue en esta comunidad de El Mozote, donde a principios de los años 80´s se registró la peor masacre del conflicto armado salvadoreño, donde cientos, quizá miles de personas fueron ejecutadas por las fuerzas represivas del gobierno de turno, un alto porcentaje de ellos menores de edad, acusados de colaborar con las fuerzas insurgentes. Al parecer, el calvario para estos infantes aun no ha terminado. ¿Pero qué es lo que está sucediendo en nuestros países que empuja a estos jovencitos a arriesgar sus vidas en tan peligrosa travesía? “Yo estudiaba el tercer año de bachillerato vocacional en la Segundo Montes y un día los miembros de la mara local llegaron a golpear a un compañero mío de clases, la razón era que no se quería meter a la mara. El muchacho asustado porque lo habían amenazado de muerte, se retiró de la escuela y se vino para Estados Unidos”, cuenta Adonis. Pocos días después le sucedió exactamente lo mismo a él. “Me contactaron a la salida de clases y me preguntaron si quería ser de su grupo delictivo y cuando yo les dije que no, porque quería estudiar para ayudarle a mi mamá y tener una mejor futuro, se molestaron y me amenazaron diciendo que me podía pasar algo malo si los rechazaba”, dice. |
Sólo unos días después le llamaron por teléfono para amenazarlo y que como no quería entrar a la mara con ellos, un día de estos le iban a esperar a la salida del instituto para cobrarle cuentas. “Entonces fue que hablé con mi mamá y decidimos que lo mejor sería dejar el país, antes de que fuera a sucederme lo peor. Luego me comuniqué con mi hermano y agarré camino”, detalla el menor.
Al ser detenido en Texas, Adonis permaneció 6 días en un lugar conocido como “La hielera”, donde habían por lo menos otros 30 menores mas y no lo pasaban muy bien que digamos, ya que estaban hacinados y la comida era muy escasa; “Nos daban un sándwich con jamón un par de veces al día”, comenta Adonis, al tiempo que agrega que las condiciones sanitarias tampoco eran las mejores en ese sitio. Después fueron trasladados a una “Casa Hogar” donde ya no estaba bajo el control de la patrulla fronteriza y las condiciones cambiaron dramáticamente, mejor alimentación, mejor higiene e incluso les daban diferentes tipos de tratamientos clínicos. En dicho centro permaneció por mes y medio y le aplicaron varios tipos de vacunas; incluso les daban clases de varias asignaturas, incluyendo del idioma inglés. “Al nomás llegar a la Casa Hogar me dieron la oportunidad de comunicarme con mi mamá Valentina allá en El Salvador, quien estaba muy preocupada por mi, porque no sabía nada de mi desde que salí de la casa. Se alegró mucho al escuchar mi voz y se puso mas tranquila cuando le dije que le estaba hablando desde Texas”, relata Adonis. Después se comunicó con su hermano José en Long Island, Nueva York, quien era el contacto que necesitaba en Estados Unidos para ser liberado. |
“Una de las personas de este centro me llevó al aeropuerto en Texas y me trajo al de Nueva York y me entregó personalmente con mi hermano. Ahora tengo que estarme presentando periódicamente con las oficinas de migración”, comentó Adonis.
Y fue en este contexto en que Adonis, en una entrevista exclusiva para “ladisaporanews”, contó muy brevemente lo que le había sucedido, mientras se encontraba en el Centro Comunitario CEUS, de Nueva Jersey, buscando algún tipo de asesoría legal, para enfrentar su caso con inmigración. Adonis dice que espera quedarse en el país y vivir una vida tranquila, a la que todo ser humano tiene derecho, sin amenazas de muerte para él o para sus familiares y aunque sabe que hay muchos requisitos que se tienen que cumplir para quedarse, está dispuesto a enfrentar el reto, confiando en la buena voluntad de la sociedad estadounidense por el respeto a la vida y el riesgo que ellos correrían en caso de ser deportados. La familia de Adonis, tanto en El Salvador, como en Estados Unidos espera que la administración del presidente Obama no vaya a cometer el error de realizar deportaciones masivas de todos muchachitos, que se han arriesgado tanto para salvar sus vidas, después de haber vivido esa gran odisea de caminar miles de kilómetros evitando la violencia desbordada que viven los países del istmo centroamericano a causa de las pandillas. Adonis tuvo que abrirse brecha desde las montañas de Morazán hasta la Gran Manzana, sólo con el natural instinto de la sobrevivencia y evitar ser parte de las estadísticas de víctimas de la violencia pandilleril, que se incrementa todos los días en El Salvador. |
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