La Diáspora News
  • Periódico Digital
  • Videos
  • Liga de Plainfield
  • Nuestro Terruño
  • Salud
  • Contactanos

El consulado de Nueva York celebró nuevamente 
el “Día de la Madre”

Héctor Sermeño

Con bombos y platillos, tal como debe que ser, el consulado de El Salvador en Manhattan, ciudad de Nueva York, celebró el pasado sábado 17 de mayo el “Día de la Madre”, como lo ha venido haciendo la señora cónsul, Sandra Cruz de Flores en los últimos años.

Sabiendo de la importancia que las madres tienen en la cultura salvadoreña, ya que en nuestra sociedad son muy frecuentes los casos en que a nuestra progenitora le toca asumir el rol de padre y madre simultáneamente. De esta forma, cerca de un centenar de madres de familia salvadoreñas se dieron cita en las instalaciones del consulado en el 46 de Park Avenue, entre la calle 36 y 37 de Manhattan.

Esta vez la celebración dio inicio a eso del medio día y entre música, bailes, fotografías para el recuerdo y por su puesto las redes sociales, se prolongó por varias horas. Es importante destacar que en el evento también hubo mucha comida, se tuvo una gran variedad de platos típicos salvadoreños, por 

ejemplo,  tamales, fruta,  de todo tipo de pan dulce con café y por su puesto pupusas.

Aunque en Estados Unidos, se celebra el Día de la Madre el segundo domingo del mes de mayo, la cónsul Cruz ha preferido celebrarlo siempre un fin de semana después, de esta forma en vez de tener una celebración, muy fácilmente pueden tener una doble agasajo.

Al igual que los años anteriores, esta vez hubo música en vivo música de todos los ritmos, especialmente romántica, bachata, cumbias, ejecutada e interpretada por "El Grupo Misión", representado por dos de sus integrantes: Mario Hernández, el vocalista y Luis Flores, con la guitarra, que volvió a ser la gran atracción de la actividad festiva.

Una de las madrecitas que mas disfruto de esa música fue María Teresa Serrano, una mujer de 79 años, originaria del municipio de Arcatao, departamento de Chalatenango, frontera con Honduras, quien no paró de bailar una sola canción desde el comienzo 


hasta el final, mostrando mas fortaleza para el baile que una veinteañera.

Otra de las personas infaltables en estas celebraciones es Ana González de Ortiz, una persona con un talento especial para hacer pan salvadoreño, ella es originaria de la ciudad de San Salvador, específicamente del barrio San Jacinto, aunque en la actualidad vive en el Bronx. “Yo crecí haciendo todo tipo de pan, en la panadería llamada Pan Mimoso, propiedad de mi hermano, aunque siempre me gustó hacer mas la María-Luisa”, asegura Doña Ana, quien por cierto no hace el pan para negocio, sino por placer y para darles realce a las actividades del consulado.

“Este es el tercer año consecutivo que realizamos esta celebración, la que por su puesto esperamos que se convierta en una tradición de nuestra comunidad, especialmente porque ahora hemos tenido por primera vez un lleno total de las instalaciones”, comentó la cónsul Cruz, con una gran sonrisa de satisfacción, que no podía disimular, a la hora de entregar los regalos a madres presentes.
 Si sos inmigrante contanos tu historia.