TPSianos de New Jersey llegan a Washington DC
Al menos 32 visitas congresionales se realizaron el pasado martes 17 de julio, de parte de algunos todavía beneficiarios del TPS de diferentes nacionalidades que, junto a sus hijos, llegaron al Congreso estadounidense, en Washington DC, para hacer sentir su voz, explicando claramente las razones del por qué ellos y sus núcleos familiares deben quedarse en EEUU y no ser deportados a sus países de origen
La iniciativa se llevó a cabo conjuntamente entre las organizaciones pro inmigrantes: Comité TPS del Centro Comunitario CEUS de Union City; American Friends Service Committee, de Newark y Wind of the Spirit, de Morristown, transportando desde New Jersey a más de 60 personas en un bus y en autos particulares, con TPSianos procedentes de El Salvador, Honduras y Haití; hasta Washington, para dar a conocer su situación, ahora que está por desaparecer el TPS. La travesía comenzó a eso de las 5 de la mañana en Union City, el local del Centro Comunitario CEUS, donde un auto-bus inició la ruta hasta el congreso, en la capital del país, luego hizo otra estación en Newark, para recoger a la mayor parte de activistas pro inmigrantes y a los TPSianos, junto a sus familiares. Recien llegando a la sede del Congreso, la directora de organización del American Friends Service Committee, Chia-Chia Wang, dio a conocer la logística de la visita y como se habían organizado para llevarla a cabo. Antes de entrar a las instalaciones del Congreso, algunos de los todavía TPSianos hablaron con LDN y hablaron de sus casos particulares, una de ellas fue la hondureña Sonia Yánez, quien originaria de Olancho y vive en New Jersey desde 1992; |
asegurando que ella y todos sus familiares y amigos amparados en el TPS se han ganado el derecho de vivir en este gran país.
Además, Alison Argueta, una adolescente de North Bergen, que está estudiando su último año de bachillerato, cuenta que ella tiene muchos sueños, por ejemplo ir a la universidad y estudiar leyes o quizá periodismo, pues quiere serle útil a su comunidad inmigrante, aunque todos estos sueños se desvanecen si deportan a su madre con TPS. Un caso similar es el de Shmide Price, una jovencita haitiana amparada al TPS desde el 2010, cuando inició el programa de protección temporal para sus paisanos, por el terremoto en su país, dice que espera decirle a los congresistas cómo afectaría la abolición del TPS a ella y a su familia, por ejemplo. Incluso un par de pequeñitos estadounidenses de padres salvadoreños llegaron al congreso dispuestos a pedirles a los congresistas que no los separen de sus padres, pues ellos son todo en sus vidas. También el activista comunitario, Jaime Herrera, del Comité Roque Dalton, dijo puntualmente que está apoyando esta iniciativa, porque es el mismo calvario que hemos vivido todos los inmigrantes que hemos llegado a este país, buscando un mejor futuro para nuestras familias. Y dentro del congreso, la mayor parte de la delegación se concentró en una sala de conferencias, donde algunos representantes de organizaciones pro inmigrantes o de instituciones religiosas hicieron una presentación, acerca de los efectos causados por la suspensión del TPS, ante un grupo de asistentes de los congresistas; incluso, algunos de los beneficiarios del TPS o sus hijos expusieron detalladamente sus casos particulares |
Ese fue el caso específico de Elba Perlera, originaria de la Nueva Concepción Chalatenango, quien junto a su hija, Jamileth Serrano, hablaron al público hasta conmover a los presentes, por el drama que podría darse de separación de familias, aunque en este caso ya no estamos hablando de inmigrantes indocumentados que están entrando al país, sino de personas que han trabajado arduamente en este país y sus hijos estadounidenses.
Una situación peculiar fue la que vivió la representante de CEUS, Blanca Molina, que tiene gran experiencia en el cabildeo en el Congreso, pues ella y su grupo visitaron a los congresistas: Christopher H. Smith y Albio Sires, ambos de New Jersey. Con el primero, ellos fueron invitados al interior de la oficina y el personal del congresista los atendió amablemente e incluso se tomaron una foto con legislador. Pero en el caso de la oficina del congresista Albio Sires, fue muy diferente, una de sus asistentes legislativas, Clare Plassche, en lugar de invitarles a su oficina, los sacó al pasillo a discutir del tema del TPS y no fue hasta que Blanca Molina le pidió una foto con el legislador, que pudieron acceder al interior de su oficina. Así no se trata a un invitado. |
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