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Un  tabacalero salvadoreño exporta su producto
desde New Jersey a diferentes partes del mundo


 Aunque llegó a Cuba en los años 90´s como estudiante de medicina, Luis Cortez rechazó aceptar el juramento hipocrático y decidió cambiar totalmente el rumbo de su vida y estudiar en el instituto Nacional del Tabaco, que es el más grande del mundo, todos los secretos de esta controversial y estimulante planta.
 
Por cierto, Luis Cortéz es originario de Santa Tecla y llegó a Estados Unidos por primera vez en 1994, sin embargo se regresó El Salvador porque tenía planeado ir a estudiar medicina a Cuba, como todos los años lo hacen miles de jóvenes latinoamericanos, no obstante se dio cuenta que la medicina no era para él, pues tenía otras planes totalmente diferente para su futuro.
 
Luis decidió dejar la escuela de medicina y pasarse al Instituto de Tabaco, donde estudió y vivió por 4 años como cualquier otro cubano, sin privilegios de ningún tipo, desde 1996 hasta el año 2000. “Aquello fue una experiencia de vida para mi, aprendí muchísimo y me lo pasé excelente”, dice Luis, quien además recuerda que como hablaba inglés, muchas veces les conseguía puros a los turistas a un buen precio.
 
En el año 2001 regresa a El Salvador, donde no estuvo mucho tiempo, pues el mismo año decide regresar a Estados Unidos, específicamente a Nueva Jersey, donde ya había vivido. Es entonces cuando decide cumplir el sueño de su vida y crear una fábrica de puros, la cual termina llamando “Cortez Cigars”, pues así es como se le conoce a los puros en Estados Unidos.
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La fábrica de puros siempre fue un sueño para Luis, que comenzó a tomar forma en su mente desde que estudiaba en Cuba. Y ahora está ubicada en el 152 de Eatontown, donde se producen puros para clientes específicamente locales y para otras ciudades del país.
En esta tienda se venden solo los puros que se producen aquí, nada para revender. “No quiero vender otras marcas, quiero crecer mi propio producto y eso quizá sea lo que me ha dado el éxito que estoy teniendo con los fumadores profesionales y aficionados de la región”, insiste Luis con mucha convicción en lo que hace.
 
Y realmente no le está yendo nada mal, tiene un promedio de 9 mil clientes en general, un 90% de los cuales son residentes locales, del estado Jardín. Pero Luis también tiene otra fábrica en República Dominicana, donde vende por mayoreo y se distribuye en todo el país, es importante señalar que quien está a cargo allá de esa fábrica dominicana es su hermano Christian Cortez, quien es además su socio en el negocio, lo que convierte a esta empresa en un negocio familiar.
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Pero el negocio no crece automáticamente o de forma espontánea, hay que tener ingenio para promocionarlo y darlo a conocer, es por eso que tiene al menos 10 exhibiciones semanales, donde  muestra a la gente cómo se hacen los puros, o se explican detalles curiosos, como por ejemplo la forma en que se encienden y en general como deben de fumarse de la mejor manera. Estas exhibiciones se realizan especialmente en corporaciones y en fiestas privadas; en todo Estados Unidos, incluso, los equipos profesionales de baseball, frecuentemente requieren de este tipo de presentaciones.
 
“En nuestra empresa  hay 12 personas laborando en diferentes tareas, dos de ellas son especialistas en la elaboración de puros, los demás son vendedores y promotores de eventos, ellos son los responsables de que por ejemplo, la revista especializada en negocios, Industry Magazine, tenga un contrato comercial con “Cortez Cigar”, ellos nos hacen dos reportajes al año, y el acuerdo es para tres años, los cuales espero que se prorroguen mucho mas tiempo”, comenta Luis.
​“La reputación se gana con la calidad del producto que se vende y nosotros elaboramos diariamente un promedio de 200 puros y el valor de ellos varía entre los 6 hasta los 30 dólares por unidad, dependiendo de la calidad del tabaco, por cierto el mejor tabaco nuestro llega de la República Dominicana, aunque también recibimos  constantemente de Nicaragua y de Ecuador. Incluso está pendiente el proyecto de importar tabaco de El Salvador”, dice Luis mostrando su patriotismo.
 
Pero en los negocios no todo es color de rosa, siempre hay altibajos y esta empresa no ha estado libre de esto, las campañas antitabaco han afectado directamente el negocio, porque inciden en que se incrementen los impuestos del producto, principalmente el impuesto federal es altísimo y el estatal no se queda atrás. Sin embargo, la industria sigue creciendo, especialmente ahora que las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos se han reanudado, la industria tabacalera se ha visto beneficiada, ha surgido una ola de nuevos fumadores.
 
Luis Cortez, está casado con una ítalo-americana de Nueva Jersey, es el primero y hasta el momento el único salvadoreño que cosecha tabaco y fabrica puros, no solo en  Nueva Jersey, sino que en Estados Unidos y prácticamente en todo el mundo, considera que hay empresas que producen millones de puros y en cierto momento enfrentan la dificultad de que se les hace imposible conseguir la materia prima para mantener ese ritmo y comienzan a perder calidad
 
El tabaco crece en cantidades significativas en zonas tropicales  y tienen tradicionalmente 3 tamaños: Pirámide, Churchill y Coronas; estos últimos fueron los preferidos de el Ché Guevara y Fidel Castro, quienes los popularizaron en todo el mundo.

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