Volvieron a chiviar el muerto en Nueva Jersey
Héctor Sermeño
La Asociación Cultural Salvadoreña Cuzcatlán y Lideres Salvadoreños Unidos celebraron el pasado viernes 24 de octubre la actividad denominada “Vamos a chiviar el muerto” un evento donde se emula un funeral salvadoreño y sus incidencias; en estos días en que se acerca, el día de los santos difuntos en El Salvador y Halloween en Estados Unidos. La actividad que se llevó a acabo en 526 de la avenida Ardenson, Cliffside Park; inició a las 7 de la noche y se extendió hasta la 1 de la madrugada; contó con las delicias que se comen en los velaciones de nuestros pueblos, como café con piquete (cierto porcentaje de alcohol), chocolate, amplia variedad de pan dulce, pupusas, tamales de gallina; entre otras. “La Chiviada es una actividad que pretende rescatar la tradicional forma de celebrar los velorios salvadoreños; donde los sentimientos de tristeza y distracción se mezclan es una especie de montaña rusa emocional, se escuchan los llantos de los dolientes, pero también las carcajadas de celebración de los que están ganando en el juego”, dio a conocer Víctor Domínguez, uno de los representantes de la Asociación Cultural Salvadoreña Cuzcatlán y organizador del evento. Para los asistentes a la Chiviada hubo diferentes tipos de entretenimiento, como los juegos de cartas: conquian, pocker o 31 y |
hasta los famosos chivos, que no son otra cosa más que unos dados minúsculos, hechos de hueso, que en esta ocasión fueron importados desde El Salvador; aunque fue la lotería la que mas llamaba la atención de los presentes, quizá por ser mas sencilla para jugar y con mejores posibilidades de ganar. “Hay unas 25 personas jugando lotería y cada una paga un dólar por cada cartón, lo que significa que en cada juego el ganador se puede embolsar tranquilamente 20 dólares, ya que la casa se queda con 5 dólares. Ah y si hay mas de un ganador, simplemente se reparte la ganancia entre los ganadores en partes iguales”, dijo Domínguez. Los organizadores de la actividad incluso tenían reservado un premio para el mejor chiste de la noche, no obstante, no apareció voluntario alguno que quisiera competir en este singular pasatiempo, donde los salvadoreños siempre han tenido una destacada participación; por lo que tuvo que guardarse para la misma actividad del siguiente año. Hubo más de medio centenar de personas en la actividad y según comentaban los presentes, la gran mayoría de ellos eran del oriente salvadoreño, específicamente de los departamentos de Morazán y La Unión. |
Uno de ellos era Tony Villalobos, quien además fue el encargado de cantar a viva voz las figuras de la lotería; por cierto, de vez en cuando se echaba unas rimas emulando a la famosa lotería de Atiquizaya. El participante de la Chiviada que fue el centro de atención de todas las miradas fue Gael Benítez, un hermoso niño de año y medio, quien junto a su madre Carol y su padre José, oriundos de San Francisco Gotera, Morazán, disfrutaba de todas las incidencias de la actividad y volvía a ver extrañado cada vez que alguien gritaba a todo pulmón: “Loteríaaaa” Había varias mesas alejadas del bullicio de la lotería tradicional y en una de ellas estaba Ana Escobar, una migueleña, quien junto a su esposo y otros compañeros jugaban a las cartas. “Por momentos jugamos 31 o 21 y cuando nos aburrimos jugamos otra cosa; lo importante es divertirnos con los amigos”, comentaba Ana, quien vive en West New York desde 1990. “Hay que destacar que las posibles ganancias de esta actividad serían utilizadas para colaborar con algunos orfanatos allá en El Salvador: FUNDAMIGO, de San Salvador; El Hogar infantil San Cristóbal, de San Salvador y El ministerio Pan y Chocolate de la iglesia bautista, de La Unión; con los que se tienen contactos”, insistió la presidenta de la Asociación Cuzcatlán, Mayra Domínguez. |